martes, 12 de diciembre de 2017

Dolor

Ya no sé ni cómo saco fuerzas para disimular tanto.
No sé cómo lo hago para ocultar que estoy cayendo por un precipicio interminable y que no hay nada (o nadie) abajo que me haga sentir mejor.
Es como si a nadie le importara si estoy mal.
Pero claro, a mí tampoco me importa si estoy mal.
Soy insignificante hasta para eso.
Ya no sé a qué aferrarme o como mantenerme viva.
Es que ya no vivo, ya no recuerdo la última vez en la que viví.
Ahora solamente sobrevivo con lo poco que tengo.
¿Con lo poco? Soy hasta optimista.
No tengo nada.
Joder, es que no tengo nada por lo que luchar, ¿qué coño hago aquí?
¿Por qué sigo respirando?
¿Por qué sigue latiendo mi corazón?
Más bien, por quién.
Me duele mucho el pecho, estoy cansada de llorar
de los infiernos nocturnos
y matutinos.
Sólo quiero que pare todo.
La vida.


jueves, 30 de noviembre de 2017




Sinceramente, ya no veo signos de mejora. Es demasiado tarde para arreglar esta situación y a mí me supera. Ya no veo la luz, ya no veo atisbos de esperanza. Simplemente se ha terminado.
Creo que me merezco ser feliz y para ello necesito cortar de raíz con todo, largarme un tiempo, aprender a caminar por mi cuenta... no lo sé.
Sólo quiero aprender a sentirme bien, a no tener tentaciones de volver a coger la cuchilla.
Quiero no tener que desahogarme de esa manera, ni de esa ni de ninguna, simplemente no quiero tener por qué desahogarme. Quiero ser medianamente feliz y sentirme plena, no lamentarme por ningún error ni pensar en lo que puede suceder mañana.
Quiero arriesgarme, intentar ganar un poco de alegría.

Y es que no quiero deprimirme, pero eso es inevitable en mí.

jueves, 19 de octubre de 2017


Espero que nunca tengas que echar de menos a nadie, que no tengas que mirar atrás y darte cuenta cómo ha cambiado todo en tan poco tiempo. Ese todo tan tuyo, tan de tu corazón. Ese todo tan desde siempre.

Espero que nunca tengas que llorar por lo que fue o lo que pudo haber sido. Que no tengas que sentir rabia, dolor o desesperanza. Yo sé lo que es. No te lo deseo. Es un vacío infinito.

Espero que siempre sepas como salir adelante, no sentirte atado ni sentir dependencia. 

Espero que seas libre en tus elecciones, y que esas elecciones sean preciosas y te correspondan.

Espero que ese "te quiero" que salga por tus labios sea lo más sincero que hayas dicho en toda tu vida.

lunes, 11 de septiembre de 2017

11-S

A pesar del título, si estáis esperando que hable sobre las torres gemelas (que no me importaría hacerlo), os equivocáis. Quiero centrar esta fecha en otro momento más íntimo.

Para todo el mundo esta fecha tiene un significado especial. Pero para mí no es sólo una fecha importante por los acontecimientos que sucedieron. Para mí, desde hace un año, esta fecha tiene otro matiz importante. Hoy, hace un año, por la tarde, todo cambió. De repente, una sola publicación de una sola persona desmoronó mi mundo en mil pedazos. Mis sentimientos... la única esperanza que me quedaba... lo único bueno o un poco valioso que quedaba en mí... Se destrozó por completo. Nadie tiene la culpa de lo que sucedió esa tarde. Nadie. Puede que sólo yo tuviera una parte de culpa, por no haber cortado esto hace tiempo, por dejarme llevar, por seguir creyendo que había alguna posibilidad de que alguien sintiera por mí lo que yo llevaba tanto tiempo sintiendo por él. En ese 11-S se hizo constancia de la imposibilidad de los sueños. Me di un tortazo con una realidad que esperaba que no fuera cierta. Esperaba despertarme de esa pesadilla. Pero también pasó algo bueno. Cuando leí lo que leí, cuando me di cuenta de todo, lo único que me salió del corazón en ese momento fue apoyarle, por encima de todo. No lo dude ni en un segundo. Por encima de lo que yo sentía, estaba lo que él sentía y, ante todo, yo quería su felicidad por encima de la mía. Aún la quiero. Espero que algún día encuentre lo que yo durante tiempo he estado buscando en él. Que sea feliz con quién quiera. Y que le quieran, que le quieran tanto o más de lo que yo le he querido. Ese día, mi corazón se destrozó, pero sé que él se liberó de una carga que llevaba tiempo ocultando, y me alegro por él. De corazón. Le deseo lo mejor, por todos los buenos momentos que me ha dado en todos estos años, por cada risa que me ha provocado. Por haberme enseñado a quererle.

Quizás, algún día, yo encuentre a alguien al que enseñar a quererme. Pero aún no estoy lista.

martes, 29 de agosto de 2017

Trenes

Me subí en el tren equivocado
Esperaba llegar a un destino conocido
Por eso me arriesgué
Con el tiempo descubrí que
Ni el tren era el correcto
Ni el destino era conocido
Ni yo era la misma persona que tantas veces había probado suerte en otros trenes.
Qué decepción, fracasar de nuevo.
Y así, una y otra vez, a lo largo de mi vida
Me subiré en trenes que no debo, llegaré a destinos desconocidos
No tendré miedo
Y yo estaré bien, muchas veces más.



domingo, 20 de agosto de 2017

Terrorismo

Veo un mundo de miradas que lloran
De oídos que tiemblan con el sonido de bombas
De heridas desgarradas que no paran de sangrar
Veo muertes, muchas muertes, inmerecidas
Veo a niños que pierden a sus padres
A padres que pierden a sus hijos
Veo a familias destrozadas
Veo a asesinos de religiones, de ideologías
Que matan en nombre de algo que seguro que no permitiría tanta sangre
Veo a gobiernos incapaces de ayudar
Centrados en el dinero, financiando armas a asesinos
Nadie actúa
El mundo se muere, la gente se muere
En nuestra sociedad prima la violencia y la impotencia
Nos dejamos vencer en una guerra que no es nuestra
No nos hemos buscado esto. Basta ya.
Basta de llorar por unas muertes que han sido provocadas por la mala cabeza de unos y por la actuación de unos asesinos
Aún estamos a tiempo de vencer, pero hay que abrir los ojos
Y hay que abrir el corazón, no todos somos iguales
No todos son iguales



miércoles, 16 de agosto de 2017

Despedidas

No estoy preparada para dejarte ir. El tiempo se me está echando encima y no soy capaz de asumir que dentro de un mes todo acabará para siempre. Tú por tu lado y yo por el mío. Cuántas veces habré deseado eso, en cada grito de rabia, en cada lágrima de dolor, en cada latido de amor...

Siempre que me he sentido herida por ti deseaba poder estar lejos de ti, poder olvidarte o incluso no llegar a haberte conocido pero... no es lo que siento ahora.

Me has enseñado a enamorarme... se me ha escapado tanto de las manos que no he podido controlarlo, y a día de hoy aún sigo escribiendo sobre ti.

Tengo miedo de despedirme porque no quiero olvidarte, y si lo hacemos es lo que pasará, y yo estaré mejor, pero no quiero estar mejor. Quiero parar el tiempo y que nada cambie.

Aunque, si lo pienso bien, han cambiado muchas cosas desde que te conozco... yo he cambiado desde que te conozco y no sé si para bien o para mal. Cambié cuando te conocí, fui cambiando mientras me enamoraba de ti, sin apenas enterarme. Hasta el último momento en el que se desvaneció mi última esperanza apenas cambié demasiado, pero desde entonces, todo empezó a hacerse cuesta arriba y sentía que no sabía cómo cambiar. Aún no sé como hacerlo.


Mi vida cambió cuando entraste en ella y va a volver a cambiar cuando te vayas.

Puede que tú estés preparado para decirme "adiós" pero yo aún no lo estoy para despedirme.

miércoles, 9 de agosto de 2017

Cambios

Se vienen cambios importantes en lo que respecta a este blog. A partir de hoy he decidido expandir mi contenido a YouTube. El blog le seguiré usando y de vez en cuando publicaré mis escritos cuando esté inspirada o cuando necesite desahogarme, porque es lo que me ayuda.

He tomado esta decisión porque creo que me va a ayudar bastante en la nueva etapa que estoy a punto de comenzar en la Universidad. Quiero poner un poco de orden en mi vida e intentar cambiar lo que soy pero sin perder mi esencia.

Quiero aprender a desenvolverme con la gente y para ello, qué mejor manera que a través de una cámara.

En este canal intentaré mostrarme tal como soy realmente, no como la gente cree que soy, y así podréis conocerme mejor y veréis que nada es lo que parece.

Espero contar con vosotros en esta nueva aventura.

sábado, 15 de julio de 2017

Mentiras

No voy a decir que no te echo de menos
No voy a decir que no extraño cada conversación que teníamos
No voy a decir que no quiero cada sonrisa que me regalabas
No voy a decir que no sufro tu ausencia
No voy a decir que no me he equivocado (muchas veces)
No voy a decir que no quiero perderte, perdernos
No voy a decir que no me arrepiento de cualquier error que haya cometido
No voy a decir que no siento decirte esto en persona
No voy a decir que no siento nada de miedo de no volver a hablarnos nunca
No voy a decir que no me importas
No voy a decir que no te olvido, ni a ti ni lo que siento
No voy a decir que ya no te quiero, pese a todo y sobre todo
No voy a mentir.

martes, 11 de julio de 2017

Caja de recuerdos

Ayer abrí una caja de recuerdos.
Ni siquiera estaba preparada,
fui valiente y lo hice.

Ayer mis ojos volvieron a llorar
por recuerdos que no voy a superar
por fragmentos de momentos pasados
que, efectivamente, no voy a superar.

Tenía una caja de recuerdos
con sonrisas, con instantes, con personas.

Flashbacks que creía olvidados volvieron a mi mente
con recuerdos de la chica que era entonces
para recordarme lo arruinada que estoy ahora;
emocionalmente.

No estaba preparada para ver todo eso.
Superficialmente era una agenda y una felicitación,
interiormente eran recuerdos de una chica feliz, 
con esperanzas
con sueños
con alegría
en definitiva, con ganas de vivir y aprovechar la vida.

Ya no queda nada de esa chica, 
sólo el fantasma de lo que quizás era una persona mejor.

Ayer me dí cuenta de lo destruida que estoy
y del daño que pueden hacer unos recuerdos
a los que todavía me aferro 
porque puede que aún crea que puedo volver a ser esa chica.

Nunca subestiméis una caja de recuerdos.
A veces, es capaz de herirte más que la vida misma.
Aunque parezca imposible.

jueves, 29 de junio de 2017

Amor y orgullo

Nunca me había planteado escribir sobre este tema porque, desde mi punto de vista, aunque lo veo necesario, soy de ese tipo de personas que no creen en las etiquetas, ¿y por qué?

Porque nunca me han gustado. Toda mi vida a mí me han etiquetado como la "rara", la "friki", la "empollona", la "gorda" etc. Y también, desde que tengo uso de razón he tenido que ver, a través de las noticias o incluso en la vida misma como se llamaba "bollera" o "maricón" y sus variantes a personas que quizás no lo eran pero quiénes utilizaban esos apelativos lo hacían despectivamente.


Esos apelativos en sí no son malos, es decir, ¿qué hay de malo si eres bollera o si eres maricón? Es lo mismo que decir que eres lesbiana o gay. Y ser lesbiana, gay, bisexual o demás no es ningún problema. Al menos no debería serlo para nadie. Pero ya sabemos como funciona el mundo.


El problema viene cuando le concedemos el poder a la sociedad y a la gente de apropiarse de apelativos y otorgarles una connotación negativa que es socialmente aceptada.


Por eso, en este mes en el que se celebra el Orgullo LGBT+ quiero dejar claras mis posturas respecto a este tema:


1. Es cierto que estoy en contra de las etiquetas. Si por mi fuera no existirían ni lesbianas, ni gays, ni bisexuales, ni transexuales, ni intersexuales, ni demisexuales etc. Y no lo digo porque sea LGBTfóba, todo lo contrario. De hecho, ayudan a visibilizar a los colectivos y dar cuenta de la diversidad de géneros y sexualidades que existen. Cuando hablo de eliminar estas etiquetas, me refiero a que estos géneros y sexualidades deberían estar normalizados en pleno siglo XXI y solamente tendríamos que hablar de personas que aman a personas. Sin ninguna distinción. Sin ningún rasgo de represión, opresión o represálias contra ellos como a día de hoy aún existe.

2. En un mundo donde las personas vivimos aparentemente protegidas bajo un decálogo de derechos humanos, deberíamos ser libres de amar a quien quisiéramos sin que fuéramos castigados por ello, y no es así. Aún quedan países que castigan físicamente incluso hasta el asesinato a personas que se han enamorado de otras personas de su mismo género. Y pienso yo, ¿qué problema tienen los gobernantes de esos países? ¿En qué les afecta que una mujer ame a otra mujer o que un hombre ame a otro hombre? ¿Qué problema les supone el AMOR, uno de los sentimientos más puros y sinceros que hay en este mundo tan lleno de maldad? Y ahí es donde esta el problema. Con amor se han iniciado revoluciones que han cambiado vidas a lo largo de la historia. El amor por un país, por una nacionalidad, por una identidad e incluso por una persona han hecho frente y han vencido a muchos movimientos bélicos. Sin embargo, estos países que hoy en día oprimen al colectivo, lo único que están consiguiendo es que, gracias al amor, un día se rebele y lo cambie todo. O al menos, eso espero.

3. Stonewall fue sólo el principio y, por desgracia, todavía queda mucho por lo que luchar, por eso, veo muy necesario el apoyo a este colectivo. Cuanta más gente salga a las calles y se movilice, algo cambiará. El mundo tiene que ver la esencia de aquello que empezaron varios miles de personas hace 48 años aún está aquí y aún tiene fuerza. 

4. ¿Por qué me implico tanto en este tema? Son varias las razones.
Los que me conocéis, sabéis que me implico (en mayor o menor medida) con todo aquello que implique movilizarse contra injusticias, por ejemplo, la ley de educación de mi país y todo lo que ésta conlleva.

Cada día que pasa estoy más harta de ver como este mundo se va a la mierda. Estoy harta de ver como cada día aumentan el número de mujeres asesinadas por violencia machista. Estoy harta de ver como los inmigrantes y refugiados pelean por encontrar un lugar donde tener una vida mejor y que los gobiernos se lo impidan. Estoy harta de ver como el señor Trump (por llamarle de alguna manera) esté llevando a EE.UU y al mundo a una época que posiblemente acabe en guerra. Estoy harta de ataques terroristas (incluyendo los bombardeos a Siria, Afganistán etc.) Estoy harta de que estudiar, ir al médico o encontrar trabajo en mi país cada día sea más difícil. Estoy harta de la explotación infantil, del acoso a menores y adolescentes. Y, centrándome más en el tema LGBT+, estoy harta de ver como se toman represalias contra personas que aman a personas. Estoy harta de ver agresiones LGBTfóbas por parte de sectores radicalizados cuyo único objetivo es restablecer unas ideologías y unas creencias que ya no tienen cabida en este siglo. La impotencia de ver como no lo consiguen hacen que el foco de su ira sean personas que no están haciendo daño a nadie con sus actos y que ellos, los sectores radicalizados, lo ven como una ofensa, tal y como hacen los gobiernos de otros países (como ya he mencionado antes). Estoy muy quemada con todas estas cosas y siento que debo colaborar de alguna manera, y quiero implicarme aunque yo no sea de gran ayuda, pero cuantos más nos impliquemos, más oportunidades tendremos para cambiar estas situaciones.

5. Por último y para acabar, nunca me he visto ni me veo en necesidad de aclarar mi orientación sexual. Algunos darán por supuesto que soy hetero, pero yo no veo la necesidad de encasillarme ni de etiquetarme. Sí, he estado enamorada de un chico y me han atraído otros, pero eso no implica que vaya a ser así el resto de mi vida y desde hace un par de años tengo asumido que, llegado el momento, quizás me enamore de una chica, o de un chico transgénero, o de una chica transgénero... ¿Que qué soy? Soy una persona que tiene el corazón abierto a cualquier persona que me pueda ofrecer amor, cariño y comodidad entre otras cosas, sin importar género o sexualidad. Soy así y me siento orgullosa de no etiquetarme.


sábado, 24 de junio de 2017

Mis acciones, mis elecciones

¿Creías que todo había terminado, verdad? ¿Tan ingenua crees que soy? ¿Tan voluble? Siempre subestimandome a mí y sobrestimandote a ti. Debes de pensar que todavía siento algo por ti para pensar que dejaré de lado cualquier acto por ti. Y puede que tengas razón, o no. Quizás el ingenuo seas tú. Yo es que ya me he cansado de serlo por ti, de ver como me ofreces tus dos caras: la de soy un amigo, me importas mucho, aquí estoy y la de ahora no somos amigos, no me interesa contar contigo, no me apetece que pases tiempo conmigo y los demás. Bien por ti y bien por mí, que ya lo tengo asumido y sigo actuando como si no me importara. Y siempre lo digo, que está situación me cansa y me harta pero nunca hago nada por el simple hecho de tener miedo de que al hacerlo pierda más de lo que pueda ganar, porque pese a todo, no quiero perder el contacto contigo. Pasa el tiempo y sigo sin entender el doble rasero que tienes conmigo. ¿Por qué ayer si soy tu amiga pero hoy no puedes contar conmigo? ¿Para esto me dices que me integre con la gente, para encontrarme a más personas como tú, que sólo cuentan conmigo cuando les viene mejor? No, gracias. Para eso prefiero estar sola. Y ten por seguro que te habría mandado a la mierda hace mucho tiempo de no ser por lo que, a mi pesar, todavía sigo sintiendo por ti.

En fin, retomando el asunto al que quiero dedicar este post, simplemente quería señalar que igual que tú no eres coherente conmigo, yo no tengo porqué serlo. Si hoy me apetece autodestruirme, lo haré. Y mañana seguiré poniendo esa sonrisa falsa por la que me caracterizo. Y cada uno seguirá feliz con su vida y sus incoherencias.


Cada una de estas cicatrices simboliza un dolor, una persona, una traición, un pedazo de corazón roto, una desilusión, un segmento de lo que pudo ser mi felicidad y se tornó en tristeza.

No te culpes. Aunque si tienes dudas, quizá deberías. Eso depende de ti. Pero por lo que sé, no debería importarte. Tan solo fingirás que sí que te importa. 

Enfádate, siente toda la ira que yo siento cada día, cada vez que comprendo que en el fondo no soy tan amiga ni tan importante como a veces me quieres hacer creer. Es la verdad. Tú lo sabes y yo también. Vamos a dejarnos de bobadas y a dejar las cosas claras.

Ahora ésta es mi vida. Estas son mis acciones. Asúmelas y acéptalas. Si te gustan bien, si no, mejor.



domingo, 21 de mayo de 2017

Distancia

Mi vida era más sencilla y menos inestable antes de conocerte. Conocerte no me ha traído más que lágrimas todos estos años.

¿Y qué que a veces me hagas sonreír? ¿Qué más da todo eso si al final del día voy a acabar llorando otra vez por tu culpa?

No quiero esto. Sólo quiero la parte de las sonrisas.

No soporto seguir malgastando una lágrima más por ti.

Tú no sabes las veces que he llorado por ti desde que te conozco.

Nadie lo sabe.

Estoy harta ya. A la mierda con mi felicidad, a la mierda con intentar seguir adelante, a la mierda con todo.

¿Ahora de repente estás en mi vida? ¿Ahora de repente te importa lo que haga?

¿Dónde has estado los últimos dos años y medio cuando te necesitaba?
¿DÓNDE ESTABAS CUANDO YO ESTABA SOLA?
Yo sé dónde estabas. Te habías olvidado de mí.

Ahora de repente estás como si nada hubiera cambiado, como si estos años de por medio no hubieran existido. Como si volver a aparecer de repente y fingir que te importo cambiara algo. Como si quisieras lavar tu conciencia o algo. Ya es tarde.

Lloro de rabia, llevo muchos tiempo aguantándome todo esto para mí y no puedo más. Tengo que explotar, y sé que nunca seré capaz de decírtelo a la cara.

Sabes que me importas, sabes que te quiero, que a pesar de todo aún lo hago, y eso te sigue dando ventaja conmigo. Siempre te ha dado ventaja. Sabes que con solo mirarme, sonreírme o tocarme consigues lo que quieras de mí, pero eso se va a acabar. Me niego a seguir dándote ese poder.

Si de verdad tengo que seguir adelante, ser feliz o ser positiva, como tú dices, tengo que alejarme de ti. Tú ya te alejaste de mí hace tiempo así que no debe ser tan complicado.

Así quiero ser, así debo ser.

sábado, 6 de mayo de 2017

Gracias

En la entrada anterior mencioné a algunos tipos de personas que existen en el mundo que, hasta ahora, conozco. Y os dije que algún día hablaría de algunas de ellas. Pues bien, bienvenidos a ese día.

Como bien sabéis, últimamente no es que me sienta muy bien conmigo misma. Estoy atravesando unos momentos muy complicados y siento que estoy perdiendo, por un lado, a personas que me importan, pero por otro lado, en este camino tan oscuro estoy descubriendo a personas que me entienden, para ser exactos, a una persona.

Llevo toda mi vida acostumbrada a sentirme sola, a que nadie me entienda, a callarme todo lo que siento y a sentir condicionada por lo que todo el mundo tiene que sentir, pero mi interior grita en rebeldía... y, a su vez, en cansancio. 
Cansancio por intentar hacer entender a ciertas personas como me siento y que no lo entiendan, o que finjan que lo hacen. O que directamente traten de cambiar lo que sientes, cuando y como.

Esta persona me ha ayudado a abrirme un poco más, no sólo con ella sino que también conmigo misma. Gracias a ella he comprendido que no puedo salir sola de todo esto, que quizás algún día lo supere, pero antes de lograrlo, necesito la ayuda de alguien como ella, que me entiende de verdad.

No quiero decir con esto que desprecie al resto de personas que, durante estos días y algún tiempo se han preocupado por mí y me han intentado ayudar. Sobretodo, a otra persona en concreto que me saca sonrisas verdaderas en días en los que para todos los demás son sonrisas fingidas. Y últimamente se lo estoy poniendo muy difícil, pero es que para mí tampoco es fácil...

Volviendo a la primera persona, a la verdadera protagonista de esta entrada, he de decir que gracias a ella, gracias a ti, siento que esto es un poco menos difícil, siento que, quizás, si nuestros destinos se hubieran cruzado antes, a lo mejor estaríamos mejor porque, aunque no lo creas, yo habría intentado ayudarte del mismo modo que tú ahora estás haciendo conmigo. Yo habría intentado no dejarte caer.

Y sé que ahora, entre las dos, podremos levantarnos.

Voy a estar siempre ahí para lo que necesites, a cualquier hora, en cualquier momento, si te sientes mal y necesitas desahogarte, cuenta conmigo.


viernes, 5 de mayo de 2017

¿Cambiar?

En un mundo donde tu propia existencia es la culpable de todo, hay varios tipos de personas: las que les da igual, las que se ríen y disfrutan de ello, las que no lo entienden pero tratan de hacerlo, las que lo entienden y lo ignoran y las que realmente lo entienden. Algún día profundizaré en ellas.


No se puede cambiar a una persona de un día para otro, y hoy quiero escribir sobre eso.

Llevo los últimos 4/5 años viviendo (más bien, sobreviviendo) con el peso de una autoestima de mierda. Culpándome a mí misma por todo, y no me arrepiento, porque sé que es cierto.


Desde el primer momento que pisé el suelo del instituto al que voy, intuí que no podría salir nada bueno de allí. Desde primero de la ESO hasta ahora, segundo de Bachillerato, cada día a día ha sido una montaña que escalar que se hacía más y más alta. Más y más pesada, como yo.



Pero ese no es el tema, el instituto es solo uno de los puntos que han contribuido a mi autoestima de mierda, pero hay más, y quizás más adelante os hable de ellos.



Lo que hoy quiero decir, lo que hoy quiero expresar es que últimamente hay personas que quieren cambiarme, para ayudarme, según ellas. Pero yo sé que es tarde, y ellas deben entender que no voy a cambiar de un día para otro, de hecho tampoco voy a cambiar directamente. Soy así de negativa porque todos estos años, he tenido que lidiar con cosas que, aunque algunos penséis que es una chorrada, a mí me han afectado.



Tengo el corazón literalmente roto en mil pedazos y nadie puede arreglarlo. Nadie puede arreglarme. Lo único que sé hacer ahora es, ya que no puedo anticipar mi muerte, apartar de mí a la gente que me importa, alejarles, y que ellos vivan felices con sus vidas. Al fin y al cabo, hubo gente que ya lo hizo antes que yo, y por eso, gracias a eso, soy como soy. No quiero que me acompañen en mi vida de mierda más aún si tanto les molesta mi forma de ser que me piden que cambien. Lo siento, soy así y no puedo cambiarlo.



Me niego a crear un escudo físico de belleza superficial para aparentar que soy feliz, porque por mucho que cambiara mi físico, por mucho que quisiera o tratara de verme físicamente bien, lo que hay dentro de mí sigue siendo dolor y oscuridad, y eso nada puede cambiarlo. Ni tú, ni yo misma. Nadie.



Tanto tiempo llorando, sufriendo, levantándome una y otra vez para intentar salir del infierno y en vez de eso, caer más hondo.



Lo siento, ya me rindo.

jueves, 27 de abril de 2017

Ángel Guardián

Duerme, pequeña
Ya casi ha terminado,
sólo un poco más...
Eres más fuerte que esto
Respira, profundo
No permitas que tenga que salvarte
No te dejes caer...
todavía.

Otra oportunidad,
dale otra oportunidad a la vida
a la esperanza
a la alegría
a la amistad
al amor
a la salvación
Sólo una más

Y yo, pequeña, te prometo
que si no funciona,
seré quien te libere de esta carga

Confía en mí un poco más
y perdóname si me equivoco

Si no funciona, 
te daré las alas de la redención.



miércoles, 26 de abril de 2017



  1. A nadie le importo
  2. No tengo “verdaderos” amigos con los que divertirme, salir, entretenerme
  3. La gente que no me conoce me odia
  4. La gente que me conoce no les gusto
  5. Soy fea e inútil
  6. Nadie va a enamorarse de mí
  7. Nadie haría nada por mí, y yo tampoco lo haría por mí
  8. Mi familia no es una familia
  9. Siento que no sé que hacer con mi futuro y mi vida
  10. Nunca tengo ganas de seguir adelante
  11. No paro de cometer errores, soy una carga para todos
  12. Odio estar sola y sentirme sola
  13. Nadie vendrá...
Me había prometido a mí misma aguantar hasta la graduación, sólo unos meses más, al fin y al cabo, después de entonces, nadie más sabrá nada más sobre mí. El punto de todo esto es que no se si aguantaré. Llevo mucho tiempo sintiendo que cada día de mi vida es una montaña que se hace más y más difícil, y siempre la subo yo sola con la esperanza de que en la cima haya alguien que me sostenga para no volver a caer y tener que subirla otra vez al día siguiente. Lo siento mucho, a cualquiera que me lea. Siento ser un lastre, una carga, una exagerada, una dramática, una "rara", un ser feo e inútil que no aporta nada a nadie. Lo siento. Esto se está acabando poco a poco.



                      

sábado, 15 de abril de 2017

Paz interior

Haz que pare. Por favor
Los gritos, la angustia, el dolor
Que pare ya
Me ahogo, necesito que alguien lo vea
Necesito salir de aquí
Quiero irme lejos
del sufrimiento
de la ansiedad
de la ira
de las voces

Sólo pido tranquilidad
silencio
paz
amor
refugio
calor
amor
Amor, sí, eso,
algo bueno en mi vida

Sé que no he hecho grandes cosas en mi vida
pero quiero lo que todo el mundo quiere
un poco de paz en mi hogar.

viernes, 14 de abril de 2017

"¿Estás bien?"

Normalmente, cuando la gente hace esta pregunta, no esperan que seas sincero. Esperan que digas que sí para que ellos puedan seguir tranquilamente con sus vidas sin tener el cargo de conciencia de tener que preocuparse si dices que no. Si dices que no, se sentirán culpables y tendrán que seguir haciéndote preguntas para que parezca que les importas lo suficiente. Y vaya pérdida de tiempo, ¿no?

Por supuesto, generalizo. Quiero creer que aún quedan personas que no lo preguntan por preguntar, personas a las que realmente les importas algo, pero a estas alturas, ya no sé qué creer.

No me preguntes si estoy bien cuando es obvio que no y esperes que te lo diga. Los que hemos vivido (y vivimos) momentos malos en nuestra vida, siempre, y reitero, siempre, solemos mentir. Solemos decir que sí, que todo está bien, para no tener que involucrar a la gente en nuestros problemas. Y menos, a gente que en realidad no les importas, que sólo quieren cotillear en tu vida y regocijarse si te va mal.

Pero siempre hay un vacío legal en esta mentira emocional; a veces, tienes la suerte de tener a alguien en tu vida a quien le importas mucho y te lo nota. E insiste en que se lo cuentes.

De mí no esperéis eso. No soy tan egoísta. ¿Cómo vais a pretender que, en mi continuo bucle de decepciones y problemas cotidianos, os esté expandiendo mi amargura cuando me preguntéis si estoy bien?

Mi vida esta llena de demasiado dolor como para dejar que se expanda a las vuestras.

¿Estás bien?
No. Ayúdame. No puedo soportar todo esto. No soporto tener que aislarme para evitar el rechazo de la gente. No soporto pasar las noches de los fines de semana encerrada en casa sin nadie con quién salir, reír, divertirme y olvidar un rato los problemas que hay en mi casa. No soporto sentir el odio de la gente, el sentirme señalada, que se rían de mí. No soporto no saber qué hacer para encajar ni para importarle a alguien. No soporto querer a alguien y que no me quieran. No soporto sentir que no valgo lo mismo que valen otras personas. No soporto sentir que hago todo mal, que cuando intento hacer algo para mejorarlo, lo destruyo. No soporto no poder tener a nadie a quién decirle esto y que le importe de verdad sin que le amargue su vida. Necesito que todo esto pare, el dolor, las personas, la vida...

Adelante, sigue con tu vida. 

lunes, 10 de abril de 2017

Cicatrices del pasado

Hay personas las que, quizás inconscientemente, saben como romper cicatrices del pasado. Y hacer que vuelvan a ser heridas, con todo lo que eso conlleva. A veces, esas personas son la propia herida, otras, son la tirita. No juzgo a esas personas, juzgo a esas heridas que no han cicatrizado lo suficientemente fuerte como para rozarlas y que no se rompan. Ha dolido. Mucho. Pero he tenido que aguantarme y disimular, como siempre he hecho con esta herida. Me va a tomar mucho más tiempo asumir que mi herida favorita no va a cicatrizar tan rápido como las que uno se hace cuando se cae. Esta herida es diferente porque no es física, es emocional. Por lo que he probado de este tipo de heridas, creo que las conozco lo suficiente para decir que, en cuanto a destrucción, son peores que las heridas físicas.

Así que, si formas parte de mi vida, decide qué vas a ser, herida o tirita. Si eres herida, procura no ser muy profunda, no suelo curarlas con facilidad. Si eres tirita, ten paciencia conmigo, puede que al principio no sirva de mucho, pero me ayudarás más de lo que parece; sólo prométeme que no te despegarás fácilmente de la herida que cubres. No podré soportarlo.


lunes, 3 de abril de 2017

Let me go

Te mentiría si te digo que nunca te amé, que nunca sentí nada por ti porque en realidad fuiste el amor de mi vida pero las cosas cambian y las personas tenemos que comenzar a buscar muchas veces lo mejor para nosotros, nuestra felicidad, porque al fin y al cabo es lo que todas las personas buscamos, la felicidad. Mi felicidad ya no estaba contigo, mi felicidad ya no dependía de ti y era el momento indicado para comenzar mi propio camino, el momento indicado para darme cuenta que tú nunca me diste el mismo valor que yo siempre te he dado.

Todo ha cambiado, ya no somos los mismos. Comenzaste a enfriarte y alejarte poco a poco, yo no supe que hacer y lo único que supe es que era el momento de volar lejos de ti y encontrar mi propio lugar, mi propia felicidad. Todo se comenzó a desvanecer entre nosotros dos y lo que un día fue amor ya no sabía cómo llamarlo.

Y, sin embargo, cuanto más intentaba romper esa cuerda que me unía a ti, tú la seguías fortaleciendo.
La sigues fortaleciendo.

Por favor, déjame ir.

Te lo debes.

Me lo merezco.

domingo, 26 de marzo de 2017

Me desconciertas

Me desconciertas
Me desconciertan tus palabras,
tu actitud
Me desconcierta existir un día
y otro no
Me desconcierta que me olvides,
que me vuelvas a recordar
Me desconcierta que te alejes
y que me atraigas
Me desconciertan tus juegos,
mis sentimientos...
¿Qué soy yo para ti?
Me desconcierta quererte
cada día de mi vida
Y pensarte, recordarte

Me desconcierta no dejar de hacerlo nunca.

Historias

No es sólo un corte de pelo
No es sólo un tatuaje
No es sólo una cicatriz
No es sólo una lágrima
No es sólo una actitud
Son historias, implícitas.
Historias que nadie sabe buscar,
que pocos pueden encontrar.
Muchos tenemos historias que narrar.

Hagámoslo así.

domingo, 19 de marzo de 2017

Vacío

Vacía y muerta como un parque por la noche
Así podría describir lo que siento últimamente
Lo peor es que es un vacío negativo
porque lo creáis o no, hay vacíos positivos

No levanto cabeza desde mi vacío
y quiero salir ya
O que entre alguien
Que vengan personas
No me dejéis sola
No quiero estar aquí, vacía
Por favor.



jueves, 16 de marzo de 2017

Creía que lo había superado. Creía que sería tan fácil como seguir adelante con mi vida ignorando todo lo que ha pasado estos meses. Pensaba que con el paso de los mismos, dolería menos. Pero el hecho de imaginarlo con otra persona, me destruye por dentro. Quiero su felicidad por encima de todo, porque sigo enamorada de él y eso conlleva que, inconscientemente, lo anteponga a cualquier cosa de mi vida, pero me pregunto cuando podré sacarme este dolor del pecho, cuando podré ser capaz de imaginarlo con otra persona sin que me entren ganas de llorar, aunque ya haya gastado todas mis lágrimas. Anoche he pasado una de las noches más horribles de mi vida. Sentía que me moría. Literalmente. Simplemente con pensar en la idea de verle con otra persona mientras yo estaba en la habitación, llorando, me mataba. Soy asquerosamente egoísta, pero no puedo evitarlo y lo siento. Tampoco puedo evitar quererle, por mucho que lo intente. Estoy condenada.

Nunca pensé que sentir tanto por alguien dolería de esta manera.

domingo, 26 de febrero de 2017

Misantropía

Odio a las personas. Así, en general.

Nunca las había odiado hasta hace relativamente poco. De hecho, en el colegio era una persona bastante sociable (o al menos, eso creo). Todo cambió cuando llegué a la secundaria. No soy misántropa porque haya decidido serlo, lo soy porque las personas a veces se comportan de manera repugnante, y prefiero vivir al margen de una sociedad hipócrita, falsa, violenta, egoísta, con "amigos de conveniencia", con prejuicios (y perjuicios), superficialidad, con personas que no entienden lo que significa el respeto, la amabilidad, la compasión, la fidelidad o la lealtad. O una Amistad Verdadera. En mayúsculas. Aquí nadie es sincero y siempre juzgan al más débil por mentir.
Odio a las personas que un día te tienden la mano y al día siguiente te dan la espalda. Y de esas personas hay muchas. Un día eres su amiga, y al día siguiente no se acuerdan ni de que es tu cumpleaños. Ahora gracias a Facebook eso se ha conseguido disimular mucho.

En parte, ha sido por esto por lo que he empezado a odiar a la gente. Todo el mundo básicamente es igual; ya no quedan personas que estén siempre a tu lado (por lo menos para mí), que te consideren amiga siempre (y no ocasionalmente), personas con las que salir cada viernes o sábado y echarte unas risas y decir «joder, ¿dónde habéis estado toda mi vida?», personas que estén a la altura de tu locura (o que la sobrepasen), que se rían contigo y de ti, que no se avergüencen de ti... en definitiva, amigos de verdad.

Toda mi vida me han dado de lado. Toda mi estúpida y corta vida. Y después me preguntan que por qué me aislo de la gente. A estas alturas ya he aprendido a vivir y a crecer sola e independiente, lo cual me dará cierta ventaja en el futuro.

¿Cómo no me voy a aislar, cómo no voy a odiar a las personas después de todo el daño que me ha hecho cada persona que ha entrado y ha salido de mi vida como si nada, sin aportarme nada y quitándome toda la felicidad?

Sólo quiero saber por qué. A cada persona que, de un día para otro, se ha alejado de mí sin decirme nada, ¿por qué? ¿Qué he hecho mal? ¿Tanto asco o vergüenza doy? ¿Cuál es mi problema? Porque llevo ya como cinco o seis años haciéndome la misma pregunta.

Odio a las personas porque las personas me odian a mí.




viernes, 24 de febrero de 2017

Pérdidas

"Lo que perdemos al final siempre vuelve a nosotros... aunque a veces no del modo que esperamos."

Esto escribió J.K. Rowling en uno de los libros de la saga de Harry Potter; y no podría estar más de acuerdo.


He pasado lo que parece ser mucho tiempo (en términos de mi cabeza) intentado recuperar algo que había perdido. Y esa pérdida me dejó completamente rota en el pleno sentido de la palabra. Yo misma quería romperme porque no lo encontraba. Para mi era muy importante y ya no formaba parte de mi vida. Tal como llegó a ella se fue. Nunca entendí por qué. Al igual que lo perdí, tampoco hallé explicación alguna. Sólo estaba yo y mi solipsismo. Y llegados a este punto, creo que he encontrado algo, parte de eso que perdí, pero no sé si realmente merece la pena preservarlo. He arriesgado muchas cosas por ello: mi dignidad, mis sentimientos... personas. 

Y ahora me pregunto, ¿de verdad vale la pena que eso que perdemos regrese?
Perderlo también forma parte de nuestro aprendizaje cotidiano, y de algún modo, perder ciertas cosas nos ayuda a encontrar otras.

Nunca debí llorar a esa pérdida, es más, nunca debí haberlo encontrado.
El no haberlo encontrado habría significado no haberlo perdido, y ahora jamás habría vuelto parte de ello. Y todo este tiempo jamás habría tenido que estar pensando dónde estaba.
Pero he aprendido que, por muy bonito que sea aquello que encuentras, a veces es necesario perderlo a propósito.

Y nunca dejarlo volver.

lunes, 20 de febrero de 2017

Sin emociones

No tenía miedo a perder nada porque ya había perdido todo. Hasta el miedo. No existía ni una pizca de emoción en ella. La vida y las circunstancias la habían hecho ser así. ¿Se supone que tenía que pedir perdón? Sí, porque es lo que se espera de personas que actúan así.
Pero ya no le importaba nada. No le importaba ni el amor, ni la amistad, ni la compasión, ni la lealtad, ni la amabilidad. Nada. Ni siquiera el dolor al que tanto tiempo había estado acostumbrada.
Muchas personas tenían el concepto de que ella era una chica fuerte, pero no podían estar más equivocados. En un golpe de suerte, ella acabo con sus sentimientos. Ahora sí que era una chica fuerte. Se enfrentaría a cada revés de la vida sin una pizca de remordimiento. Tal y como muchas personas se habían comportado con ella durante toda su vida. De hecho, dejó de tener emociones hace mucho tiempo, pero no se había dado cuenta hasta ahora, cuando caían las últimas lágrimas de sus lastimados ojos castaños.

¿Qué la importaba lo que opinaran de ella? Su opinión no la iba a hacer cambiar, ni les iba a hacer mejor personas que ella. Había tardado bastante tiempo en entender que, tanto si es una buena como una mala persona, le daba igual. Le daba igual lo que pensaran, dijeran o criticasen, ella era así. Quizás a veces no se sentía orgullosa, pero era su forma de ser. Y ahora que había apagado sus emociones, no importaba nada más. La da igual qué o quién la rodee. La dan igual las palabras, las acciones. La da igual hasta su propia vida.


lunes, 16 de enero de 2017

Adicción

Ha pasado un tiempo pero parece que ya me encuentro mucho mejor. El dolor ya no escuece tanto. Los primeros meses fueron horribles: todas las noches llorando, mañanas amargas escuchando mi lista maldita de Spotify. A pesar de todo, algunas cosas han vuelto a la normalidad, de hecho, todavía quedan atisbos de cómo era antes. No sé cómo llamar a esto: puede que sea amistad... pero tampoco es que sea la misma amistad de antes. Hemos crecido, hemos cambiado, hemos atravesado una larga época distanciados y todo se ha enfriado, pero este probablemente sea el último año en el que pueda crear recuerdos y sonrisas a su lado, no quizás de la forma que deseo pero si de una forma que me hace medianamente feliz, y pienso aprovechar cada segundo y cada aliento que pueda compartir con él. Algún día quizás pueda pasar página, pero ya he asumido que no va a ser ipso facto. Voy a necesitar tiempo y distancia, y eso lo lograré a partir del año que viene. Puede que él estuviera preparado para contarlo, pero yo no lo estaba ni lo estoy para asumirlo. Sin embargo, sé que algún día lo haré.

Al fin y al acabo el primer amor marca mucho. En mi opinión demasiado. Te construye y destruye. Te destruye cuando amas demasiado, te construye cuando te aman igual. El problema es cuando no lo hacen.