Hay personas las que, quizás
inconscientemente, saben como romper cicatrices del pasado. Y hacer que vuelvan
a ser heridas, con todo lo que eso conlleva. A veces, esas personas son la
propia herida, otras, son la tirita. No juzgo a esas personas, juzgo a esas
heridas que no han cicatrizado lo suficientemente fuerte como para rozarlas y
que no se rompan. Ha dolido. Mucho. Pero he tenido que aguantarme y disimular,
como siempre he hecho con esta herida. Me va a tomar mucho más tiempo asumir
que mi herida favorita no va a cicatrizar tan rápido como las que uno se hace
cuando se cae. Esta herida es diferente porque no es física, es emocional. Por
lo que he probado de este tipo de heridas, creo que las conozco lo suficiente
para decir que, en cuanto a destrucción, son peores que las heridas físicas.
Así que, si formas parte de mi vida, decide qué vas a ser, herida o tirita. Si eres herida, procura no ser muy profunda, no suelo curarlas con facilidad. Si eres tirita, ten paciencia conmigo, puede que al principio no sirva de mucho, pero me ayudarás más de lo que parece; sólo prométeme que no te despegarás fácilmente de la herida que cubres. No podré soportarlo.
Así que, si formas parte de mi vida, decide qué vas a ser, herida o tirita. Si eres herida, procura no ser muy profunda, no suelo curarlas con facilidad. Si eres tirita, ten paciencia conmigo, puede que al principio no sirva de mucho, pero me ayudarás más de lo que parece; sólo prométeme que no te despegarás fácilmente de la herida que cubres. No podré soportarlo.
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