viernes, 5 de mayo de 2017

¿Cambiar?

En un mundo donde tu propia existencia es la culpable de todo, hay varios tipos de personas: las que les da igual, las que se ríen y disfrutan de ello, las que no lo entienden pero tratan de hacerlo, las que lo entienden y lo ignoran y las que realmente lo entienden. Algún día profundizaré en ellas.


No se puede cambiar a una persona de un día para otro, y hoy quiero escribir sobre eso.

Llevo los últimos 4/5 años viviendo (más bien, sobreviviendo) con el peso de una autoestima de mierda. Culpándome a mí misma por todo, y no me arrepiento, porque sé que es cierto.


Desde el primer momento que pisé el suelo del instituto al que voy, intuí que no podría salir nada bueno de allí. Desde primero de la ESO hasta ahora, segundo de Bachillerato, cada día a día ha sido una montaña que escalar que se hacía más y más alta. Más y más pesada, como yo.



Pero ese no es el tema, el instituto es solo uno de los puntos que han contribuido a mi autoestima de mierda, pero hay más, y quizás más adelante os hable de ellos.



Lo que hoy quiero decir, lo que hoy quiero expresar es que últimamente hay personas que quieren cambiarme, para ayudarme, según ellas. Pero yo sé que es tarde, y ellas deben entender que no voy a cambiar de un día para otro, de hecho tampoco voy a cambiar directamente. Soy así de negativa porque todos estos años, he tenido que lidiar con cosas que, aunque algunos penséis que es una chorrada, a mí me han afectado.



Tengo el corazón literalmente roto en mil pedazos y nadie puede arreglarlo. Nadie puede arreglarme. Lo único que sé hacer ahora es, ya que no puedo anticipar mi muerte, apartar de mí a la gente que me importa, alejarles, y que ellos vivan felices con sus vidas. Al fin y al cabo, hubo gente que ya lo hizo antes que yo, y por eso, gracias a eso, soy como soy. No quiero que me acompañen en mi vida de mierda más aún si tanto les molesta mi forma de ser que me piden que cambien. Lo siento, soy así y no puedo cambiarlo.



Me niego a crear un escudo físico de belleza superficial para aparentar que soy feliz, porque por mucho que cambiara mi físico, por mucho que quisiera o tratara de verme físicamente bien, lo que hay dentro de mí sigue siendo dolor y oscuridad, y eso nada puede cambiarlo. Ni tú, ni yo misma. Nadie.



Tanto tiempo llorando, sufriendo, levantándome una y otra vez para intentar salir del infierno y en vez de eso, caer más hondo.



Lo siento, ya me rindo.

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