sábado, 24 de junio de 2017

Mis acciones, mis elecciones

¿Creías que todo había terminado, verdad? ¿Tan ingenua crees que soy? ¿Tan voluble? Siempre subestimandome a mí y sobrestimandote a ti. Debes de pensar que todavía siento algo por ti para pensar que dejaré de lado cualquier acto por ti. Y puede que tengas razón, o no. Quizás el ingenuo seas tú. Yo es que ya me he cansado de serlo por ti, de ver como me ofreces tus dos caras: la de soy un amigo, me importas mucho, aquí estoy y la de ahora no somos amigos, no me interesa contar contigo, no me apetece que pases tiempo conmigo y los demás. Bien por ti y bien por mí, que ya lo tengo asumido y sigo actuando como si no me importara. Y siempre lo digo, que está situación me cansa y me harta pero nunca hago nada por el simple hecho de tener miedo de que al hacerlo pierda más de lo que pueda ganar, porque pese a todo, no quiero perder el contacto contigo. Pasa el tiempo y sigo sin entender el doble rasero que tienes conmigo. ¿Por qué ayer si soy tu amiga pero hoy no puedes contar conmigo? ¿Para esto me dices que me integre con la gente, para encontrarme a más personas como tú, que sólo cuentan conmigo cuando les viene mejor? No, gracias. Para eso prefiero estar sola. Y ten por seguro que te habría mandado a la mierda hace mucho tiempo de no ser por lo que, a mi pesar, todavía sigo sintiendo por ti.

En fin, retomando el asunto al que quiero dedicar este post, simplemente quería señalar que igual que tú no eres coherente conmigo, yo no tengo porqué serlo. Si hoy me apetece autodestruirme, lo haré. Y mañana seguiré poniendo esa sonrisa falsa por la que me caracterizo. Y cada uno seguirá feliz con su vida y sus incoherencias.


Cada una de estas cicatrices simboliza un dolor, una persona, una traición, un pedazo de corazón roto, una desilusión, un segmento de lo que pudo ser mi felicidad y se tornó en tristeza.

No te culpes. Aunque si tienes dudas, quizá deberías. Eso depende de ti. Pero por lo que sé, no debería importarte. Tan solo fingirás que sí que te importa. 

Enfádate, siente toda la ira que yo siento cada día, cada vez que comprendo que en el fondo no soy tan amiga ni tan importante como a veces me quieres hacer creer. Es la verdad. Tú lo sabes y yo también. Vamos a dejarnos de bobadas y a dejar las cosas claras.

Ahora ésta es mi vida. Estas son mis acciones. Asúmelas y acéptalas. Si te gustan bien, si no, mejor.



No hay comentarios:

Publicar un comentario