sábado, 3 de diciembre de 2016

YO SOY

Llega esa persona gritándome que por qué no me
quiero,
pero yo me río,
porque no se ha dado cuenta de que ella es el motivo.

Soy una chica complicada, me dice,
cuando no tiene ni la más remota idea de todo lo que
pasa por mi mente.
Tiene razón,
y exagero,
y me entra paranoia,
y soy sensible,
¿y?
Lo que no se ha dado cuenta es que me he perdido a mí
misma para no perderle
a él,
porque me importa más que nada,
pero ¿eso qué más dará, no?
Vaya estúpida estoy hecha, es lo que piensa.
También tiene razón.

El mayor problema de mi vida es que todo me importa,
al igual que me emociono con el más mínimo detalle,
me ahogo en un charco de agua.
Y os preguntaréis el porqué.
Por qué seré así con las personas que no lo merecen,
que dicen que les importo cuando en realidad no es así.

Pues porque una persona, que ni siquiera se aprendió
mi nombre, una vez me dijo que eso era amor.
Que no tenía que sentirme estúpida por querer a alguien
que no me quería
de la misma forma,
porque realmente eso era amar,
querer.

No sé por qué lo creí,
porque para mí el amor ha pasado a significar dolor.
Dolor por ver cómo la gente se va de tu vida,
dolor por ver cómo te sustituyen sin ni siquiera mirarte
de reojo por última vez,
dolor por sentir que no vales para ellos todo lo que ellos
valen para ti,
dolor por ser tú y que todo lo que haces no sea suficiente.

El amor es dolor.
Y unas veces puede valer la pena y otras no,
pero nunca sabes cuándo esa vez es la correcta.

No sabes si es mejor quedarte e intentarlo una vez más,
o irte y pensar que todavía quedaba algo ahí.

La cuestión es que yo soy el desastre aquí.
Yo soy la que espero y espero cosas que sé perfectamente
que no van a ocurrir,
pero aún así espero,
por si acaso.

Yo soy la que termino pidiendo perdón, por miedo a
perder, otra vez.
Yo soy la que tiene la culpa.
Yo soy el problema.
Y se acabó.


Un paraguas roto; Anne @invierns

No hay comentarios:

Publicar un comentario