Escribo con miedo de expresar lo que siento porque camino perseguida por la angustia de no cumplir las expectativas que el mundo ha puesto en mí.
Me despierto cada día y lo primero que hago es ponerme la careta de chica fuerte que todo el mundo espera que sea.
"Otro día más". Y paso 24 horas mirando relojes, pasando páginas y odiando canciones.
Anhelo la libertad de poder ser yo misma, pero nunca podré serlo mientras deje que la tristeza pueda conmigo. Y siempre lo hace.
Ahí está, esperando que cualquier tontería de nada me frustre, mientras mi carita imperfecta trata de mostrar la más perfecta de mis sonrisas.
Y es que tan solo soy un peón más con una máscara atrapada en un mundo que no me pertenece, encerrada en mi propio tablero, esperando a que algo o alguien pueda enseñarme cómo salir de aquí.