jueves, 6 de febrero de 2020

Ajedrez

Escribo con miedo de expresar lo que siento porque camino perseguida por la angustia de no cumplir las expectativas que el mundo ha puesto en mí.

Me despierto cada día y lo primero que hago es ponerme la careta de chica fuerte que todo el mundo espera que sea. 

"Otro día más". Y paso 24 horas mirando relojes, pasando páginas y odiando canciones.

Anhelo la libertad de poder ser yo misma, pero nunca podré serlo mientras deje que la tristeza pueda conmigo. Y siempre lo hace. 

Ahí está, esperando que cualquier tontería de nada me frustre, mientras mi carita imperfecta trata de mostrar la más perfecta de mis sonrisas.

Y es que tan solo soy un peón más con una máscara atrapada en un mundo que no me pertenece, encerrada en mi propio tablero, esperando a que algo o alguien pueda enseñarme cómo salir de aquí.  

No tengo miedo a ser feliz, tengo miedo a que ni si quiera eso sea suficiente para querer seguir viviendo una vida de mentiras y sueños que están muy lejos de llenarme como persona.