martes, 12 de febrero de 2019

Para mi yo de hace unos meses

No voy a mentirte; las cosas aún serán difíciles, pero ya estás acostumbrada. La vida es complicada y eso no va a cambiar, poco a poco lo irás aceptando.
Sin embargo, la oscuridad que invade tu corazón se irá desvaneciendo. Puedes elegir entre creerme o no.
Seguirás teniendo carencias en tu vida, días en los que te cueste dormir, pensamientos hacia un futuro incierto, dolor en el pecho e inquietudes, demasiadas.
Y me dirás, ¿cuál es la parte buena de todo esto?
La respuesta está en ese mismo corazón del que presumes de apagado y frío.
Un día, el rumbo de tu vida cambiará porque escogerás un camino que, por fin, no tiene demasiados baches. Y ese camino será lo que tanto tiempo estabas esperando: te hará llegar hasta la persona que logrará deshacer los miedos de tu corazón.
No, no es broma. Te lo digo totalmente en serio. Lo sé, es difícil de creer. Te invadirán las dudas al principio, como siempre. Inseguridades a flor de piel. Tu marca de identidad.
«¿Esto es real?»
«¿Cómo es posible que alguien como él quiera estar con alguien como yo?»
«¿Estoy emocionalmente preparada para enamorarme de nuevo?»
No tendrás que responderte ni esperar a que él lo haga porque desde el primer día que os veáis en esa helada biblioteca, se borrarán.
Todo tu mundo va a cambiar cuando le mires a los ojos. 
Te enamorarás de él, primero lentamente y luego a toda velocidad.
El tiempo, como el amor, se convertirá en una de esas cosas que no se pueden medir.
Olvidarás todos tus pasados, porque sólo con él imaginarás un futuro.
Llorarás en sus brazos cuando te invada ese dolor inquebrantable, pero se irá cuando sus "te quieros" acaricien tu oído.
Y al final acabarás creyendo en la felicidad. 
Porque felicidad es él, felicidad es olvidar que hay días negros porque él es la luz que lo cambia todo a golpe de guitarra.
Andrea, no te diré que vayas a ser plenamente feliz, pero no estarás sola. Y quizás, en parte, puedas serlo.
Va a llegar alguien que derrita ese corazón de hielo que tanto te empeñas en congelar cada día. Te desarmarán y romperán todas las murallas del dolor que llevas tanto tiempo acumulando. Y te sentirás mejor. Y la muerte ya solo tendrá sentido cuando bromeéis sobre ella una fría tarde de domingo mientras veis una película y te quedas dormida en sus brazos.
Te van a querer con toda su alma y el odio que tienes hacia ti misma dejará de romperte.